Es increíble como la vida nos llevó y nos trajo siempre por diferentes caminos. Es maravilloso ver y sentir cómo seis personas, tan distintas entre si, tienen ese algo en común que los hace mantenerse unidos (y mucho) a pesar del tiempo, las distancias, las diferencias.
La noticia llegó como un rayo: "vuelvo" y se propagó como un relámpago: "vuelve!!"
Esto provocó reacciones profundas: alegría y felicidad en todos.
Y como siempre este tipo de acontecimientos, los sorpresivos, tanto buenos como malos, nos unieros aún más.
Todo lo que parecía irreconciliable, se olvidó con la noticia.
Y lo que hacía unas semanas eran brechas, se hicieron imán; y nos encontraron en una nueva situación. A pesar de que afuera se encontraban los amigos e invitados, terminamos, sin proponérnoslo, los cinco (más las niñas que hace mucho se hicieron grandes): uno sobre la mesa, otro escribiendo sobre ella y el resto rodeándola. Todos en diálogo y risas, especialmente risas, sobre este tema que nos unía nuevamente: "Vuelve!"
La noticia llegó como un rayo: "vuelvo" y se propagó como un relámpago: "vuelve!!"
Esto provocó reacciones profundas: alegría y felicidad en todos.
Y como siempre este tipo de acontecimientos, los sorpresivos, tanto buenos como malos, nos unieros aún más.
Todo lo que parecía irreconciliable, se olvidó con la noticia.
Y lo que hacía unas semanas eran brechas, se hicieron imán; y nos encontraron en una nueva situación. A pesar de que afuera se encontraban los amigos e invitados, terminamos, sin proponérnoslo, los cinco (más las niñas que hace mucho se hicieron grandes): uno sobre la mesa, otro escribiendo sobre ella y el resto rodeándola. Todos en diálogo y risas, especialmente risas, sobre este tema que nos unía nuevamente: "Vuelve!"
Sobre una geografía conocida, alrededor de la mesa que vió crecer a la familia, que fue testigo de risas y llantos, peleas y reconciliaciones, adioses y bienvenidas:
-"¿Jugamos a las visitas?"
-"En octubre voy a tener un hermanito"
-"Al final, la mesa siempre la tengo que terminar poniendo yo!"
Esta mesa guarda en su memoria de madera los rezos familiares (-"Por las benditas ánimas del Purgatorio...") y recuerda con una muda sonrisa como los pequeños de la casa balbuceaban el Padre Nuestro.
Vió crecer a los niños y los recibó con corazón abierto cuando éstos pasaron a la "mesa de los grandes", todo un acotencimiento familiar.
Esta mesa guarda en su memoria de madera los rezos familiares (-"Por las benditas ánimas del Purgatorio...") y recuerda con una muda sonrisa como los pequeños de la casa balbuceaban el Padre Nuestro.
Vió crecer a los niños y los recibó con corazón abierto cuando éstos pasaron a la "mesa de los grandes", todo un acotencimiento familiar.
Como siempre se acomodó, nos agrupó en las más diversas situaciones:
-"¿Comemos afuera? Dale! Saquemos la mesa..."
-"Uhh, se largó a llover! Entremos la mesa!!!"
-"Te juego un ping-pong! Buenísimo, bancá que sacamos la mesa!"
-"Levantá la mesa que hay que hacer los deberes"
Nos recibe cada fin de semana donde tenemos que apretarnos mucho para mantenernos a su alrededor (muchos niños se han hecho grandes hoy). Si pareciera que se estira un poco más, para que ninguno quede afuera.
Es capaz de entender y seguir, como nosotros, seis conversaciones a la vez (cosa que tanto desconcierta a los invitados)
Hoy tiene sus patas cansadas de tanto andar, hay que moverla con cuidado para que no se descole. Es la anciana de la familia.
Nos juntaremos un poco más para albergar un lugar agregado y ella volverá a estirarse otro poco para compartir con nosotros esta nueva felicidad de estar otra vez juntos.