viernes, 9 de abril de 2010

arte y alma

          Él le hizo un hermoso regalo a su ahijado: un perchero que hizo y pintó con sus propias manos y corazón. En éste se destaca un simpático pez de río y, por sobre todas las cosas, una frase en herencia, que vale más que el propio regalo. Sin duda hay arte en ese regalo, pero definitivamente hay más arte en aquella sencilla frase.         
         Habiendo visto el regalo, mi hija mayor me dijo:
-Qué bien que dibuja!, Vos creés que algún día pueda enseñarme a dibujar?
-Pedíselo, le contesté
-Es un genio! Exclamó, como en un suspiro, contemplando la pintura.
Me quedé pensando y le conté:
-Querés saber lo más chistoso de esto?, que él no lo cree...
-Cómo que noooo???? si lo hace re bien!!!
-Siiiii, todos lo sabemos, pero él se niega a admitirlo, no comprende que tiene un don. Así como vos tenés un don con el olfato y podés descubrir frangancias o perfumes que nadie percibe, él lo tiene con el arte en general; también escribe muy bien…
-De verdad?... woow!
-Sí! agregó alguien, pero no lo asume, algún día, lo va a asumir, y ahí va a ser un verdadero genio…
          De esta simple historia, se desprendió la siguiente reflexión…

          Qué lleva a un artista a no asumirse como tal?
          Descartando que la negativa pase por una falsa modestia…
          O mejor, qué define para mí a un artista y sin embargo no lo define para otros??

          Alguna vez escuché decir a alguien que no se reconoce artista, por respeto a los artistas. Como si el sólo hecho de jugar al futbol, bastara para llamarlo futbolista. Cómo si esta generalización aplicara…
          Futbolista vs Artista: Creo que no se acercan ni un poco. Yo no soy médica por saber algo de emergencias médicas, puedo aproximar un auxilio primario, pero no soy médica.
El arte… el arte es otra cosa, porque está ligado al alma. No es un conjunto de conocimientos y técnicas. El arte, habla, con corazón y mente y sobre todo, con alma. Son bien distintos, a tal punto que puede haber futbolistas que no pongan el alma y sin embargo no dejan de serlo.
          Pero el arte, amigos míos... el arte sin alma, no es tal. Es un conjunto de reglas lingüísticas o técnicas de dibujo, pero no arte. El arte, por implicar el alma, tiene que ver con la esencia de uno, con lo profundo, con lo innato, con los dones de cada ser.
          Entonces… qué define para mí a un artista?
          De mi rumia se desprende, que preciso algunos elementos previos: un alma a flor de piel, arte y expresión.
          Vamos por partes…         
          Por un lado, hay personas que tienen el alma como más "guardada". Donde uno no sabe bien dónde está, acceder a ella se hace difícil… Hay también personas especiales, que tienen el alma a flor de piel, como muy superficial, un alma que está en contacto con toda la piel y así tienen una gran superficie de recepción. Cuando las mirás a los ojos y hablás, estás viendo y hablando con su alma. Y el alma, en general es belleza.
          Eso explica muchas cosas que les suceden y de las cuales a veces, no puedes encontrar explicación: la gente que los rodea, termina abriendo el corazón, hablan al alma y desde el alma y dejan salir inquietudes, alegrías, temores, dolores… como una calma confesión. Estas cosas que cuando suceden, dejan pensando…”por qué será que me lo contó a mí?”
          Una persona así, por tener el alma a flor de piel, y de esa manera apreciar tanto la belleza, termina siendo un gran artista, no un artista comercial, sino uno de alma.
          Hay muchas connotaciones para esta palabra, y depende de la cerrazón mental de quién hable, un “artista”, puede ser sinónimo de insulto, tal su chatura… Es una locura, pero ese problema está en los demás, no en los artistas.
          Finalmente, la expresión es innata al artista, no puede sofrenarla, le sale por los poros. Fluye y se convierte en color o en palabras… sale... El arte se abre camino y se expresa.
Quienes rodean a esas personas, ven en ellas al artista, aún cuando él mismo no se asuma como tal.
          Qué lleva a un artista a no asumirse como tal?
          Qué sucede si reprime su expresión?
          Por qué negarse a admitirlo, cuando la gente que lo rodea sabe que eso no es así, podrá expresarlo u ocultarlo, lo cual sería una pena y una tremenda injusticia, porque es como esconder la lámpara en el cajón y una injusticia para quienes les gusta disfrutar del arte y de los artistas con alma.
          Por lo tanto, quisiera alentar a todos esos artistas de alma a que primero, se asuman como tales y luego pedirles desde el alma, que no nos priven de su arte, que no dejen en espera, porque de verdad nos encanta disfrutarlo y si de algo estamos seguros, es que no hay tiempo...

miércoles, 7 de abril de 2010

armar un rompecabezas


Armar un rompecabezas, para aquellos a quienes nos gusta esta actividad, representa siempre un desafío. La primera sensación es de inmensidad, de mar. Por dónde empezar? Uno comienza un poco al azar y un poco porque ha desarrollado alguna técnica, a unir las primeras piezas. Cuando la imagen que vamos logrando comienza a tener sentido, sentimos valentía y buscamos esas piezas que nos cuestan hallar, con la certeza de saber que ahí, en esa inmensidad, nos esperan.Hace algunos días, mi hijo menor, quien con sus cuatro años ya se apasiona con esta tarea de armar o componer rompecabezas, estaba tirado en el piso, con su juego, listo para comenzar. Como yo conocía ese juego y sabía que le faltaban varias piezas que se habían ido perdiendo a lo largo del tiempo, le advertí que no comenzara, que no iba a poder terminarlo ya que no sabíamos qué piezas faltaban, ni siquiera conocíamos a ciencia cierta cuántas faltaban realmente. Intenté disuadirlo, considerando inútil siquiera comenzar la tarea.Él me miró, como no comprendiendo mi argumentación y me preguntaba una y otra vez, por qué no podía armarlo. Lo desorientaba por completo mi explicación, pero quería entender mi negación.
Finalmente desistí y lo dejé abocado a la, para mí, infructuosa tarea que emprendía. Me alejé con un raro gesto en mi rostro, la sonrisa interna de quien sabe que está presenciando una locura.
Al rato, volví a pasar por el lugar donde estaba mi hijo armando su juego y veo, en el piso, el rompecabezas armado, con el vacío de las piezas faltantes. Sin embargo, no parecía perjudicar la imagen general, el dibujo propio del juego.
Esto me sorprendió y me dejo, una vez más, pensando…
Mi hijo, con sus cuatro años, logró llegar al final del camino y, más importante aún, logró disfrutar el andar.
Cuántas veces, por saber que nos faltan algunos elementos, consideramos inútil el camino y decidimos mejor ni intentarlo. Como sabemos que el producto terminado no será el ideal o completo, nos perdemos el placer de andar el camino. Porque estamos condicionados a actuar en función de resultados.

En cambio, el niño no piensa en el producto final, disfruta del juego y del placer de transitarlo. Y no sólo eso, sino que no se detiene a pensar si cuenta con todas las piezas para llegar a concluir la tarea. Da por terminado el juego cuando ha acabado de acomodar todos los elementos. Una vez que le ha dado significación a cada una de las piezas que efectivamente tenía; y no se detiene en aquellas con las que hubiera sido ideal trabajar. Con los elementos que tenía llega a un todo y fundamentalmente, disfruta del trayecto.
Lo maravilloso fue observar, que con la ayuda de las piezas que sí estaban, el cuadro final no carecía de sentido. Lo mágico fue descubrir que las piezas presentes que encerraban a las que no estaban le daban significación y de alguna manera, presencia a las que en realidad faltaban. Y su ausencia ya no era tal. Tenían sentido gracias a las demás. Cobraban identidad en función de las piezas que estaban ahí.
Ojalá, al menos de vez en cuando, logremos despojarnos del intento de ver el resultado antes de llegar al final del camino.

Nos deseo que podamos, algunas veces, sentarnos a armar rompecabezas incompletos, con el sólo fin de desafiarnos, de jugar y disfrutar ese desafío. Tal vez nos llevemos la grata sorpresa de ver que la imagen final se completa de todas formas. Que la significación de las piezas que sí están presentes, nos han ayudado a dar sentido a aquellas que están ausentes, que se han ido perdiendo con el tiempo, y de esta manera, disfrutemos el camino andado… y las ausencias… y las ausencias duelan menos.

Muñecas Bahianas

Febrero de 2011           Estas son dos pinturas que forman un díptico. Están inspiradas en sendas estatuillas que compré en un viaje a B...