viernes, 28 de abril de 2006

Otra vez juntos o La mesa

Es increíble como la vida nos llevó y nos trajo siempre por diferentes caminos. Es maravilloso ver y sentir cómo seis personas, tan distintas entre si, tienen ese algo en común que los hace mantenerse unidos (y mucho) a pesar del tiempo, las distancias, las diferencias.
La noticia llegó como un rayo: "vuelvo" y se propagó como un relámpago: "vuelve!!"
Esto provocó reacciones profundas: alegría y felicidad en todos.
Y como siempre este tipo de acontecimientos, los sorpresivos, tanto buenos como malos, nos unieros aún más.
Todo lo que parecía irreconciliable, se olvidó con la noticia.
Y lo que hacía unas semanas eran brechas, se hicieron imán; y nos encontraron en una nueva situación. A pesar de que afuera se encontraban los amigos e invitados, terminamos, sin proponérnoslo, los cinco (más las niñas que hace mucho se hicieron grandes): uno sobre la mesa, otro escribiendo sobre ella y el resto rodeándola. Todos en diálogo y risas, especialmente risas, sobre este tema que nos unía nuevamente: "Vuelve!"
Sobre una geografía conocida, alrededor de la mesa que vió crecer a la familia, que fue testigo de risas y llantos, peleas y reconciliaciones, adioses y bienvenidas:
-"¿Jugamos a las visitas?"
-"En octubre voy a tener un hermanito"
-"Al final, la mesa siempre la tengo que terminar poniendo yo!"
Esta mesa guarda en su memoria de madera los rezos familiares (-"Por las benditas ánimas del Purgatorio...") y recuerda con una muda sonrisa como los pequeños de la casa balbuceaban el Padre Nuestro.
Vió crecer a los niños y los recibó con corazón abierto cuando éstos pasaron a la "mesa de los grandes", todo un acotencimiento familiar.
Como siempre se acomodó, nos agrupó en las más diversas situaciones:
-"¿Comemos afuera? Dale! Saquemos la mesa..."
-"Uhh, se largó a llover! Entremos la mesa!!!"
-"Te juego un ping-pong! Buenísimo, bancá que sacamos la mesa!"
-"Levantá la mesa que hay que hacer los deberes"

Nos recibe cada fin de semana donde tenemos que apretarnos mucho para mantenernos a su alrededor (muchos niños se han hecho grandes hoy). Si pareciera que se estira un poco más, para que ninguno quede afuera.
Es capaz de entender y seguir, como nosotros, seis conversaciones a la vez (cosa que tanto desconcierta a los invitados)
Hoy tiene sus patas cansadas de tanto andar, hay que moverla con cuidado para que no se descole. Es la anciana de la familia.
Y será nuevamente núcleo, cuando la noticia se haga realidad: "Volvió!"
Nos juntaremos un poco más para albergar un lugar agregado y ella volverá a estirarse otro poco para compartir con nosotros esta nueva felicidad de estar otra vez juntos.

2 comentarios:

hna. josefina dijo...

¡Uy! Me hizo acordar muchísimo a la mesa de mi casa.
No te conocía.
¡Volveré!

Anónimo dijo...

Ele, yo si te conozco, y llegué a tu blog por las fotos de tus pinturas en Face, quién soy ? alguien que alguna vez también compartió esa mesa, con tu familia, con tus hermanos mayores, Clau y Fer, soy Mónica Novotny y me emocionó leerte. Besosssss

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