martes, 25 de abril de 2006

La vida un poco más fácil

A Esteban, por su optimismo.
A Carozo, por ser dador de oportunidades.
A Rafa, gaucho de mirada clara.
A Javi, el amor de mi vida,
por ser justamente eso: el amor de mi vida.
Y a mi viejo, que me enseñó a pararme sobre mis dos pies...
...haciéndome la vida más fácil...
Cuando tenía unos 20 años, mi papá me encontró preparándole una sorpresa de cumpleaños a una de mis hermanas. Me había levantado temprano y había empapelado la casa con carteles que la iban llevando a un desayuno, también preparado por mí.
Mientras lo hacía veía cómo mi viejo revoloteaba a mi alrededor… sin decir nada, sin intervenir, pero con una oculta sonrisa que hacía que sus bigotes lo delataran: estaba disfrutando de la escena.
Cuando terminé, mi papá me llamó y me dio una de las más grandes herramientas de vida que he recibido.
Me dijo:
-Mirá, de esto se trata la vida... de hacerle la vida más fácil a los demás... a veces será un gesto, a veces un abrazo, a veces una sonrisa o una sorpresa de cumpleaños otras veces será dar un asiento o ceder un lugar, otras arrancar una sonrisa, pero cada vez que le hagas la vida más fácil a alguien vas a dejar una huella.
También me dijo mi papá
-Cada vez que estés por hacer o decir algo pensá ¿esto le va a hacer la vida más fácil?
Si la respuesta es si, adelante
Si es no.... no lo digas, no lo hagas...
Si la respuesta es..."puede que le haga la vida más difícil", entonces quedate callada y quieta, porque esas cosas también dejan huella y esas son terribles y no sanan fácilmente.
Un sabio el viejo, no?
La vida me regaló el amor. El amor me llevó a tomar la decisión de migrar. Migrar implicó desarraigo y éste, desconcierto.
Pero, como siempre hay un revés, alguien nos invitó (-Che, les gustaría venir ?? ) y aceptamos …y acepté.
Ahí conocí a los que más adelante serían pequeños grandes tesoros.
Al principio fue tan raro…. De golpe perdí un nombre y pasé a ser la esposa de…
Y como si fuera poco, traía de equipaje unos antecedentes complicados: era scout, venía de Olivos (¡cómo me iban a gastar!)
Pero siempre encontré casas abiertas que la invitaban a pasar… y eso me alentó. De a poquito, con tiempo, fui volviendo a sentirme parte, fui recuperando mi nombre, mi identidad.
El caso es que la vida me llevó a conocer gente nueva lejos de lo que fue mi hogar paterno. Y ahí, en esta nueva geografía echó raíces mi paraíso. Y conocí gente maravillosa, que también se encarga de vivir la vida haciéndole la vida más fácil a los demás. Personajes que se han vuelto tan importantes como las raíces de mi paraíso.
Cada uno de ellos tienen sus características especiales, cada uno es distinto y único.
Hay alguien a quien juzgan de exagerado optimismo, no estoy de acuerdo. Primero, porque no creo que el optimismo como tal pueda ser exagerado.
Más bien creo que es una persona capaz de ver más allá (de los límites de un andén). Tiene la habilidad de darle una vuelta más de rosca a la vida y ver el costado jocoso de la vida, sin por ello desvirtuarla.
Su presencia no pasa inadvertida, siempre hay alguna sonrisa a su alrededor, siempre hay un paso más y llega a la risa.
Torpeza?? No lo creo, creo de corazón que es la despreocupación de las apariencias. Creo que hay algo intuido y liberador en esto de sacarle sonrisas a la gente.
Bufón??, tampoco…. El eterno bufón no deja huella. En este personaje siempre encontrarás (si lo dejás filosofar) un mensaje de fuerte esperanza. Y definitivamente eso ayuda a vivir.
Hay otro, si tuviera que definirlo sería un melancólico payaso. Idealista. Dador de oportunidades. Alguien con quien sin notarlo uno termina abriendo su corazón. Alguien de quién admiro su excelencia comunicativa, esa capacidad de empapar un texto con todo aquello que a uno le gustaría decir. Generador de temas importantes, que también te arrancan una sonrisa y te dejan con ganas de “saber escribir”.
Catequista de corazón y de vida. Eternamente preocupado por ser mejor, mejor amigo, mejor esposo, mejor persona.
Otra persona que sin dudarlo hace la vida de los que lo rodean, cada día más fácil.
Y tal vez la melancolía no termine ahí, vuela y se posa sobre otro de mis personajes. Este enamorado del amor al que le encanta compartir, canciones, libros, películas. Inquietísimo intelectualmente. Un gaucho de mirada clara, que lleva la bandera de la amistad por la vida. En su hogar siempre encotrarás las puertas abiertas y un mate esperando a ser compartido.
No cabe duda, esto acaricia el alma y definitivamente vivir es más fácil.
Finalmente, disculpen los demás, el más importante de mis personajes: El Amor de Mi Vida. El mejor de mis amigos. Mi paraíso, al que le debo desde mis hijas, hasta volver a mi Dios. Con el que comparto mis días, mis duelos, mis depres, mis filias y fobias, mi pasión…
Médico de profesión, cervecero de vocación.
Libre de envidias porque no es mezquino. Amigo de sus amigos. Incondicional. Paciente, tolerante, divertido. Como compañero de vida, el mejor que pueda existir. Como padre, cariñoso, atento, divertido. No se preocupa, se ocupa.
Definitivamente el “culpable” de que, lo en otro momento fuera un desarraigo, hoy sea un paraíso. Nuestro paraíso.
Es la persona sin la cual, mi vida sería terriblemente difícil.

Y así todos y cada uno de estos personajes van, como Juan el Bautista, allanando caminos.
Quiero agradecerles el haberme dejado formar parte de esto, por hacerme la vida más fácil y más linda. Por darme su amistad.
Si de algún modo yo dejé huella o si de algún modo esto les hace la vida más fácil a ustedes…. Mi viejo estará orgulloso y yo feliz.

1 comentario:

Juan Ignacio dijo...

Hay huellas del tamaño de tu pie en mi vida, y ahora parece que una de tu viejo, che.
saludos al cervecero de vocación! a las locas como un plumero, jajaj, y al que pasaremos por agua el 7!

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